Preguntas Frecuentes sobre investigación hospitalaria
Preguntas Frecuentes sobre investigación hospitalaria
Porque en materia de salud no lo sabemos todo. Y lo mucho que no sabemos marca diferencias importantes para todos nosotros: sobrevivir o no a una enfermedad, tener una buena calidad de vida a pesar de tener un trastorno crónico, envejecer sanos y con la mayor autonomía posible, etc.
El día a día del médico en el hospital está lleno de preguntas: ¿por qué este paciente mejora más con el tratamiento que aquél?; ¿por qué está evolucionando así y no de la manera habitual?; ¿qué le pasa a este paciente que tiene algo que no hemos visto nunca? La realidad es que no sabemos tanto como querríamos de las enfermedades que todos conocemos. Y a veces aparecen enfermedades completamente nuevas que no sabemos exactamente cómo afrontar.
La investigación es la manera de buscar respuestas a todas esas preguntas.
Para poder investigar el problema que surge con un paciente hay que estar muy cerca del paciente. Los médicos hospitalarios lo están y necesitan a un investigador igual de cercano, porque el tiempo del médico en el hospital siempre es escaso. Además, los investigadores de la universidad con frecuencia se enfocan en aspectos básicos más alejados de los problemas prácticos de salud. En cambio, tener dentro de tu mismo hospital a un compañero que se dedica a investigar esos problemas facilita el que rápidamente se comience a estudiarlos. A veces basta con una rápida conversación en un pasillo para que empiece a escribirse la historia de cómo se logró vencer a una nueva enfermedad.
Cuando usted va al médico, le atiende un especialista de la enfermedad que usted padece. Por ejemplo, cuando tiene un problema de hígado, no sólo le atiende un gastroenterólogo, que es el especialista que le corresponde, sino un gastroenterólogo especializado en hígado. Con la investigación pasa igual: tiene que hacerse cargo un experto. Los investigadores hospitalarios somos los especialistas en investigar y dedicamos a ello el 100% de nuestro tiempo. Tenemos muchos tipos de formación: algunos somos médicos, otros somos biólogos, químicos, físicos, etc. En las carreras de Ciencias se nos prepara específicamente para ser investigadores y aprender las técnicas especializadas y las formas de pensar que son necesarias para ello. En cualquier caso, la clave está en que dedicamos todo nuestro tiempo a investigar, mientras que el médico que le atiende no suele disponer de tiempo para ello, o lo saca trabajando en estos problemas fuera de su jornada laboral. La experiencia demuestra que los progresos mayores se logran cuando los médicos que le atienden y los investigadores trabajamos hombro con hombro para ir encontrando respuestas a esas preguntas cotidianas.
Pues claro. Ya ha visto qué rápido hemos aprendido con el coronavirus. Y si recuerda, antes de COVID-19 fue el SIDA, o el síndrome tóxico de la colza, o tantos otros problemas que hemos ido esclareciendo y resolviendo.
Sin embargo, para que la investigación hospitalaria española pueda aportar mucho más habría muchas cosas que mejorar. Además de incrementar los fondos para ella, sería muy importante mejorar las condiciones de los investigadores, que están siempre en precario, sin reconocimiento oficial, con trabajos inestables y la tentación de emigrar a la universidad o directamente irse fuera del país. En cualquier país europeo los investigadores tienen reconocimiento oficial como parte de las plantillas de los hospitales, cosa que únicamente en España no ocurre. Y si queremos que la sanidad española sea buena, los investigadores somos parte esencial.
Por eso creamos ANIH, la asociación de los investigadores hospitalarios de España: para poner en valor los logros de la investigación hospitalaria, identificar los males que padece y ofrecer a nuestros gobernantes y a la sociedad las mejores soluciones para los problemas de salud.